Se dice algunas veces, por parte de algunos estudiosos, que los pobres tenemos cara de tontos (algunas veces es verdad), me explico: como la de muchos españoles, mi caldera de agua sanitaria es de gas y, como todos sabemos, tiene que pasar cada cierto tiempo revisión. Cómo la de mi caldera estaba caducada, llamé a la compañía de gas para que mandaran alguna compañía autorizada a tal fin, hasta aquí todo correcto.
Pasados unos días, se presenta en casa una señorita, bien presentada con su uniforme de trabajo impecable (ni una mancha, ni una arruga, etc. y eso que era jueves), con su maletín, su bolso de bandolera, etc.. Se identifica como técnico de la compañía del gas y yo la autorizo a pasar y hacer la revisión. Para empezar a trabajar comienza pidiendo si tengo una escalera, le digo que sí y se la dejo, acto seguido y sin aviso previo saca su taladro y hace un agujero en la campana para medir los humos (no me gustó, pero no dije nada), mide los humos con sus aparatos,dice que son perfectos, pero que la caldera no tiene la distancia correcta (llevaba en el mismo sitio 25 años) y que tiene una fuga de gas (lo cual agradezco porque ahí se puede ir mi vida y alguna mas). Me dice que me da un plazo de unos días para arreglarlo y que le tengo que pagar 70 euros, en hacer todo esto tardó 15 minutos.Yo le digo "¡eso es mucho dinero!" y responde que eso es lo que dice la ley. Le pago, que remedio. Yo me pregunto, si la inspección es obligatoria, ¿no es mucho dinero por no hacer nada?.
Bueno si pensabais que esto era todo, que va, estamos empezando. Como luego decidí colocar un termo eléctrico, acudo a las oficinas de la compañía del gas a dar el contrato de baja. Me dicen que tengo que entregar las botellas (del gas) y me pagan 3 euros por cada una. Les digo que hace 25 años yo les pagué más, contestación: "eso es lo que hay". Como no me gustó la contestación, le pregunto "¿cuanto vale una nueva?", contestación: "32 euros llena". Si la carga vale 13 euros, entonces la botella 19 si no me fallan las matemáticas, pero ellos a ti te pagan 3 euros.
Y ante todo esto, pues claro, te queda cara de tonto. Solo te queda pensar: el que no roba es tonto. Y todo esto con el consentimiento de las autoridades; y claro, mas cara de tonto. Esto es un país de ladrones....
Pero esto no es todo, para mas recochineo, me dice la señorita de la oficina (con cara de prepotente) que si las botellas las llevo yo al almacén, a las afueras de la ciudad (los que se supone que velan por la seguridad me mandan llevarlas a mi en el coche, creo que está prohibido). Me pagan 3 euros por botella, pero si me las recoge el repartidor me descuentan 60 céntimos por cada una. Claro, esto rebosa mi paciencia, los mandé a la mierda y les dije que se metan el contrato donde les quepa (mal dicho por mi parte) y las botellas ya se las regalaré a alguien que las necesite.
Conclusión, salvo algunos errores, esto es un país de ladrones autorizados; y claro, ante tal desfachatez, que a los pobres nos quede cara de tontos, casi es lógico, pero que tengamos cara de tontos no significa que lo seamos.
Me reitero: esto es un país de ladrones.
Y como todo, estos tejes manejes y vueltas varias que nos hacen dar son aplicables a las compañias de transportes, compañias de gas y luz, compañias telefonicas y todas aquellas "instituciones" que bajo la inmunidad de papa Estado se pitorrean del españolito de a pie.
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